¿Qué son los encaminamientos podotáctiles o tactovisuales?
Son elementos que se colocan en el suelo con la finalidad de ayudar a orientarse y transmitir información a las personas con baja visión y ciegas principalmente.
Dichos elementos deben ser de color contrastado con el suelo en el que se instalan para que puedan ser fáciles de localizar y de seguir. Además deben de cumplir una serie de requisitos físicos para que sean de utilidad y no se conviertan en un obstáculo.
¿Para qué se utilizan?
Su uso principal es para guiar y advertir de posibles riegos a las personas ciegas y con baja visión para facilitar el uso de los edificios y puedan desarrollar una mayor autonomía personal.
Encaminamientos:

Consiste en un patrón de varias tiras longitudinales al sentido de la marcha conformando un ancho de 40cm y la longitud necesaria hasta llegar al punto de interés o a un cruce en el que hay un cambio de direccion.
Como mínimo se debería señalizar desde la puerta de acceso al mostrador de informacion accesible, y a aquellos elementos de información que le resulten de utilidad, como directorios con braille y planos hápticos de la planta, por ejemplo. Sin olvidar el guiado hasta los ascensores.
Cruces:

Consisten en un patrón cuadrado formado por botonaduras de 4cm de diámetro y con unas dimensiones que en interiores habitualmente son de 80x80cm, pero que según las características del entorno pueden ser de 60x60cm o excepcionalmente de menor tamaño.
Estos “paños” de botonadura significan que hay un cambio de dirección, ya sea porque el recorrido deja de ser recto o bien porque sea un cruce en el que hay que tomar una decisión para seguir un itinerario u otro.
Por tanto, esos elementos se ponen cuando hay una intersección en el recorrido o cuando el recorrido tiene un trazado en el que el encaminamiento tendría que tener un ángulo superior a 45º. Cuando el recorrido de un encaminamiento necesite ángulos inferiores no es necesario una botonera, simplemente se continua el encaminamiento haciendo el ángulo necesario.

Zona de Alerta:
Consiste en un patrón de líneas transversales a la marcha y que advierten de la presencia próxima de una escalera, cambio de rasante o la entrada de los ascensores.
El uso más habitual es en los inicios y finales de escaleras y en la entrada de los ascensores. Deben ocupar el ancho de la alerta, es decir, deben ser del mismo ancho que la escalera y en el caso de los ascensores del ancho del hueco de acceso al mismo. Y deben cubrir una superficie por defecto de 120cm delante del elemento del que alertan. Pudiendo llegar a ser de 80cm.
En los rellanos intermedios no es necesario incluir las alertas podotáctiles siempre que la única opción sea seguir por la escalera; es decir que no tengan acceso a otros estancias o pasillos desde dicho rellano.


Materiales:
En databraille trabajamos con dos materiales principales para la elaboración de encaminamientos podotáctiles: aluminio y polipropileno. Permitiendo la personalización del color en ambos casos. Siendo los más abituales el aluminio natural, el negro y el gris. Puede ver las diferentes opciones disponibles de los encaminamientos podotáctiles que utilizamos en la sección de “Nuestros productos” en la página web de databraille.es.



Nota: este artículo se ofrece como resumen práctico y mera referencia de carácter general sobre el uso de encaminamientos podotáctiles. A la hora de afrontar cualquier proyecto le recomendamos que revise y tenga en cuenta las diferentes normativas tanto nacionales como autonómicas.